Del inglés “benchmark” que significa referencia, nos encontramos esta herramienta de marketing (benchmarking) para la gestión eficiente de una compañía que le ayuda a perfeccionar procesos, productos y servicios.
El entorno empresarial cambia de manera constante y es importante que las empresas estén al tanto de las últimas tendencias del mercado. Por ello, gracias a procesos de mejora empresarial como el benchmarking estas pueden encontrar mejores soluciones organizativas y comparativas en su sector.
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¿Qué es el benchmarking?
El benchmarking es un proceso para mejorar la gestión empresarial que busca encontrar las mejores prácticas dentro y/o fuera de una organización y su sector a través de la comparación de técnicas, procesos y servicios con otras organizaciones (o departamentos) con el fin de aumentar su eficiencia y competitividad.
Qué tipos de benchmarking existen
A la hora de hacer un benchmarking no existe solo un tipo. Son cuatro las alternativas con las que cuentan las empresas, cada una con unas características propias, pero que, en definitiva, todas persiguen el mismo fin: mejorar las compañías y sus procesos para obtener mejores beneficios.
Interno
Este primer tipo de benchmarking es aquel se realiza internamente en una empresa. Es habitual en grandes compañías que cuentan con diferentes departamentos o en grupos empresariales formados por varias firmas. A la hora de realizarlo, se identifica un departamento o área que sea un ejemplo a seguir por sus buenos resultados, así se podrá llevar a cabo un benchmarking con el resto de los departamentos. Sin duda es el tipo más fácil de llevar a cabo y el que menos recursos requiere, porque la información se obtiene de la propia empresa.
Competitivo
En el benchmarking competitivo lo que se hace es analizar los productos, servicios, procesos y funciones de los principales competidores. Con toda esa información, se comparan esos parámetros con los de la propia empresa para así detectar diferencias, puntos débiles a mejorar y donde reside la propuesta de valor que le diferencia del resto. Este es el tipo más complejo y que lleva más tiempo.
Funcional
El benchmarking funcional es aquel que se basa en observar cómo lo hace la competencia, o sea es el benchmarking competitivo, pero sumándole un margen de búsqueda más amplio. Esto incluye a competidores indirectos y otras organizaciones que no entran en competencia en el mercado, pero que sí están en el mismo sector. Son todas aquellas firmas que dentro del mismo sector están haciendo las cosas bien. Detectar sus acciones efectivas y de larga duración es el objetivo de esta tipología de benchmarking para implantarlas en la estrategia de la empresa que lo realiza.
Genérico
En esencia es muy parecido al benchmarking funcional, pero compara los logros de la empresa con lo mejor que existe en la industria o sector, ya sean funciones o procesos similares. La similitud entre diferentes procesos y funciones en los departamentos de empresas de la misma industria ayuda a crear procesos de mejora.
Cómo poner en práctica un proceso de benchmarking
Cualquier estrategia de benchmarking que quieras llevar a cabo en tu empresa, deberá contar con cuatro fases:
- Planifica: en esta primera fase establece qué vas a comparar y con quién. Es decir, elige aquellos parámetros que requieren un análisis detallado para identificar los principales fallos en tu negocio, para ver cómo serán resueltos y a quién se tomará como ejemplo para tener en cuenta.
- Recopila: una vez elegidas las empresas (o departamentos en el caso del tipo de benchmarking interno) que más se asemejan a tu modelo de negocio y/o a lo que quieres tomar como ejemplo, es vital saber cuáles son los datos que necesitarás y a los que serán sometidas las compañías (o departamentos) seleccionadas.
- Analiza: una vez recogida toda la información, hay que analizar lo que causa las diferencias entre tu empresa (o departamento) y el resto, para así poder identificar oportunidades de mejora. Siempre y cuando estas mejoras sean viables para tu marca.
- Actúa: es el momento de llevar a cabo e implementar las mejoras detectadas que necesita tu compañía (o departamento). Después de analizar la información y de identificar lo mejor de cada empresa que ha formado parte del benchmarking, estos se toman como puntos de referencia para adaptarlos a tu empresa, pero siempre añadiéndole alguna mejora o ventaja que le aporte valor añadido para los nuestros clientes.
Si necesitas realizar un análisis de la competencia, conocer el estado de tu compañía en el mercado respecto a sus principales competidores, en CIMEC somos expertos en la realización de estudios e investigación de mercado para empresas que necesitan mejorar sus procesos de negocio. Realizamos trabajos personalizados adaptados a las necesidades reales de cada uno de nuestros clientes.
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