En muchas ocasiones, cuando se quiere lanzar al mercado un nuevo producto o servicio, se realiza una encuesta dirigida al público objetivo al que va a ir orientando; esto es lo que se conoce como test de concepto. El test de concepto es el paso previo para que una marca tenga una idea inicial sobre qué percepción tendrá su propuesta entre los usuarios finales a quienes se va a dirigir dicho producto o servicio que se encuentra en fase de prospección. Hasta que esta verificación no se lleva a cabo, no se pone en marcha toda la maquinaria que dé forma al lanzamiento.
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Es el mejor acercamiento para establecer las líneas a seguir a la hora de desarrollar aún más la idea original, así como pulir detalles y eliminar los conceptos más superfluos con menor potencial. Del mismo modo, esta metodología ayudar a perfilar mejor los segmentos más afines. En definitiva, es una herramienta más, totalmente complementaria que contribuye a definir el plan de marketing.
Índice de contenidos
Las 5 claves que harán más eficiente tu test de concepto
Para que un test de concepto sea efectivo aportando resultados de valor hay que tener en cuenta 5 aspectos fundamentales.
Objetivo y organización
El test de concepto ha de contar con una meta clara, saber qué respuestas y detalles se esperan obtener para realizar las preguntas más adecuadas. Del mismo modo, con la finalidad definida, es importante que la encuesta cuente con una estructura coherente agrupando cuestiones por áreas temáticas.
Respuestas con escalas y con imágenes
La mejor forma de obtener resultados fácilmente analizables es pidiéndoles a los usuarios respuestas a modo escala, para que señalen cuánto recomendarían/estarían de acuerdo/etc.
De la misma manera, la inserción de conceptos visuales es en ocasiones mucho más eficiente que las palabras. Un ejemplo sería si se está valorando el packaging o algún elemento visual similar.
Las preguntas demográficas sí cuentan
Para definir mejor el público objetivo, ya que en un primer momento se puede estar equivocado sobre cuál será el mejor target, hay que incluir cuestiones sociodemográficas que nos ayuden a saber dónde se encuentra realmente el nicho de mercado más adecuado.
Realizar comparaciones
Para favorecer el éxito de un test de concepto cuando ya se ha lanzado el producto o servicio y se busca una mejora o actualización, esta prueba será más fructífera si se tiene información de una anterior que ayude a comparar y comprender mejor la proporción del éxito o fracaso del nuevo concepto.
Definición del concepto
El concepto de producto o servicio que se quiere medir tiene que definir de forma clara y concisa las prestaciones y las ventajas diferenciales frente a la competencia. Además, se tiene que expresar en un lenguaje fácilmente comprensible por el target al que nos dirigimos. A la hora de definir el concepto es aconsejable realizar una fase cualitativa previa con el target al que nos dirigimos (un test de concepto con metodología cualitativa).
El mejor aliado para hacer tu test de concepto
A la hora de localizar el idóneo partner para realizar el mejor test de concepto que te ayude prospectar tu futuro producto o servicio hay que acudir a especialistas en la materia. Desde CIMEC te ofrecemos nuestras soluciones a medida entre las que se encuentran una amplia familia de estudios enfocados a ayudar a las empresas en el desarrollo de productos y servicios.
El entorno altamente competitivo actual conlleva una elevada necesidad de un análisis en profundidad de las características de un producto o servicio antes de su lanzamiento, con el objetivo de reducir los riesgos y maximizar la inversión.
Un paso más allá es que incluso es altamente recomendable la realización de estas pruebas en productos y servicios vivos en el mercado ya desarrollados, puesto que muchas veces hay que actualizar su situación en ciertos momentos, por ejemplo, cuando se producen cambios sustanciales en la oferta de la competencia o en la demanda derivada de factores exógenos, tales como crisis de demanda o cambios en el perfil del consumidor.
Nuestra profesionalidad abarca todas las fases necesarias para cubrir estas necesidades. Es decir, que cuando nos referimos a un test de producto, el primero de los supuestos y opción esencial es el test de concepto. Como ya hemos avanzado, es el más adecuado en una etapa inicial del desarrollo de un nuevo producto o servicio. Evalúa la aceptación del consumidor de una nueva idea y también es importante comunicar esta idea en el lenguaje que entiende el target.
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