Existen mil fórmulas y metáforas a través de las cuales poder explicar la diferencia entre datos e información. Si nos vamos al mundo culinario, los datos serían los ingredientes y la información el plato cocinado. En la construcción, los datos serían los materiales con los que se levanta una casa y la información la vivienda finalizada. Así podríamos continuar sin límite. En resumen, los datos son aquello que una vez transformados y analizados, que se les ha dado forma y sentido, muestran como resultado información valiosa que sirve a las empresas para tomar decisiones.
Digamos que los datos son algo abstracto, bruto, sin forma, que necesita ser “traducido” por perfiles expertos que saquen conclusiones que permitan a las compañías avanzar en sus planes de negocio. Sin estos datos transformados en información, hoy en día ninguna empresa podría mejorar y ser competitiva en el mercado actual.
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El hándicap se encuentra en que en la actualidad todo son datos. Todos generamos datos que si se saben interpretar adecuadamente se vuelven información de suma valía. Pero existe tal cantidad de datos que necesitan ser analizados por un gran número de especialistas y la tarea no es fácil por lo que se requieren numerosos perfiles para dotar a dichos datos de su auténtico valor. Sin embargo, a pesar del maremágnum que suponen, los datos ya han sido denominados el oro (o el petróleo) del siglo XXI.
Información a partir de los datos
Como ya hemos señalado, los datos en sí mismos no valen nada sin una persona que los traduzca y transforme en información. Por lo tanto, la información es el resultado final a través del cual se toman decisiones, como introducir un producto nuevo en el mercado, mejorar uno ya existente o retirar uno que ha quedado obsoleto o no tiene buena acogida entre el público.
La base para el éxito en el análisis de datos es saber distinguir los que son útiles de los que no. Aunque su almacenamiento sea rentable, no lo es tanto el tiempo que una empresa dedica a su extracción e interpretación. A esto se une el hecho de asegurar la veracidad de dichos datos, saber que son auténticos y que cuando se conviertan en información sea verídica. Esta es otra tarea ardua de llevar a cabo.
La aptitud última y clave en todo este proceso es el análisis. Ya no solo son necesarios los científicos de datos que sepan extraerlos sino otros perfiles profesionales que posean capacidad de análisis, sean buenos conocedores del negocio y demanden constantemente datos de calidad para su trabajo.
Todo este proceso, además de beneficiar las decisiones empresariales, también permite a las compañías mejorar su relación con los clientes. Aumentar la experiencia de usuario e incrementar la fidelización.
Decisiones basadas en datos: análisis de datos de CIMEC
El ejemplo que aportamos desde CIMEC es que a través de nuestros estudios de mercado obtenemos grandes cantidades de datos que aportan los encuestados, que luego nuestros expertos transforman en información de calidad y que después nuestros clientes utilizan para mejorar sus líneas de negocio.
En CIMEC, consultoría estratégica de investigación de mercados, buscamos un enfoque innovador y personalizado en cada proyecto. Además, a la hora de ejecutar el estudio, a través de recursos propios, nos aseguramos la excelencia en la calidad de todo el proceso de investigación.
Asimismo, cada proyecto está liderado por un responsable senior que dirige y se implica personalmente en el análisis de la información, en las conclusiones y recomendaciones estratégicas y de marketing al cliente.
Si quieres ampliar información, ponte en contacto con nosotros. También puedes consultar nuestras soluciones CIMEC en: cimec@cimec.es.
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