En un mercado tan competitivo, la innovación está a la orden del día si las compañías quieren destacar en el sector al que pertenecen. Los consumidores, saturados de información, publicidad y productos con una misma finalidad, necesitan de novedad e innovación para sentirse atraídos realmente. Y esto se consigue a través del desarrollo de nuevos productos.
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Este desarrollo solo es posible si las empresas invierten en innovación. A nivel mundial, compañías como Amazon, Google, Microsoft, Apple o Facebook invirtieron un total de 95.000 millones de dólares en investigación y desarrollo, según datos publicados por R&D Funding Forecast en su último informe que recogía 2019.
En España, aunque lejos de las cifras estadounidenses y europeas —en 2020 la inversión en I+D fue del 1,47 % del PIB frente al 2,2 % de la media europea— va creciendo progresivamente, aunque a paso lento.
Lo que sí tienen presente las empresas españolas es la importancia de la innovación tecnológica en cuanto a efectos de rentabilidad. Según uno de los últimos informes de Accenture, al intensificar las inversiones en la nube, la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías, las compañías han incrementado sus ingresos cinco veces más rápido que las que han avanzado más despacio en esta senda innovadora.
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¿En qué consiste el desarrollo de un nuevo producto?
El desarrollo de un nuevo producto es la respuesta a una necesidad del mercado. Para dicho desarrollo, el primer paso es dar cabida a la creatividad. Luego, es necesario que el nuevo ítem cuente con materiales o componentes adecuados, que sean fáciles de utilizar, que solucionen fácilmente el problema para el que han sido diseñados y particularidades técnicas de altas prestaciones.
El conjunto de todas estas características, desarrolladas por un correcto departamento creativo, podrán dar como solución un producto realmente innovador que destaque en el mercado.
Junto a estas características, las compañías deben tener presente que en el proceso los costes en el desarrollo son importantes (para que no se produzcan grandes desajustes en los presupuestos, intentando llevarlos al mínimo), las pruebas de calidad en diferentes estadios del proceso y la flexibilidad ante posibles cambios.
Estrategias para desarrollar nuevos productos
El proceso para desarrollar nuevos productos tiene dos fases principales:
- Fase inicial centrada en evaluar las ideas de los nuevos productos (incluye descartar las malas propuestas)
- Fase maximizar el valor en el mercado de los productos pasados a desarrollo.
La primera es la más importante, y en ella están muy presentes los propios consumidores a través de grupos de estudio que se toman como fuente de información. Es más, muchas ideas interesantes son eliminadas porque los grupos elegidos rechazan conceptos radicales o sumamente innovadores. Esa es una tendencia psicológica básica. A pesar de ello, lo que hay que saber elegir correctamente es el grupo para analizar. Por ello, lo mejor es seleccionar personas con espíritu innovador o early adopters.
¿Qué beneficios tiene para las empresas el desarrollo de nuevos productos?
Las razones por las que las compañías apuestan por nuevos productos que seduzcan a los consumidores son:
- Competitividad ante la competencia. El lanzamiento de novedades permite a las empresas posicionarse frente a su competencia. Poder convertirse en líder del sector está a su alcance si saben aprovechar los beneficios con un correcto desarrollo de la importancia de la innovación de productos.
- Expansión de la marca. Además de poner en el mercado nuevos productos, dar a conocer los mismos incrementará la imagen de marca y branding de la empresa que será más conocida a medida que aumente su alcance a través de las opiniones positivas de los clientes.
- Crecimiento de la compañía. Cuando una empresa logra introducir en el mercado nuevos productos, y se transforman en un éxito, generan más beneficios y relaciones comerciales.
Relación entre los nuevos productos y el consumidor
La puesta en el mercado de productos nuevos no siempre genera las reacciones esperadas en los consumidores. Existen distintas líneas de reacción en función de la personalidad del propio usuario.
- Consumidor innovador: este perfil está encantado de probar nuevos productos en cuanto salen al mercado.
- Consumidor rezagado: este usuario es totalmente contrario al anterior. No son partidarios de los cambios ni novedades.
- Consumidor tardío: es aquel que muestra una actitud escéptica hacia los nuevos productos.
- Consumidor adaptador temprano: es un líder de opinión de grupos de referencia.
- Consumidor temprano: perfil que sigue las pautas que marcan los líderes de opinión.
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[…] Cimec. (2022). Desarrollo de nuevos productos: Innovación en las empresas. https://www.cimec.es/desarrollo-nuevos-productos-innovacion/ […]