La herramienta más tradicional y conocida del marketing es la publicidad. Actualmente existen dos tipos, la convencional y la no convencional. La segunda ha surgido fruto de la propia evolución de la población y optimización de la publicidad, pero no son excluyentes, sino que ambas se pueden utilizar combinadas indistintamente. Es más, para muchas compañías es mandatorio que lo hagan.
Artículos relacionados:
Hoy vamos a ver en qué consiste cada una de ellas, ejemplos más representativos de ambas y ahondaremos en la revolución del marketing experiencial.
Índice de contenidos
¿Qué es la publicidad convencional?
La publicidad convencional es aquella que se conoce como “la de toda la vida”. A cualquier persona que le preguntes por publicidad te dirá: anuncios en televisión, radio y prensa. Pues justo a estos soportes es a lo que hace referencia la publicidad convencional. Hablamos del estándar de la publicidad en medios de comunicación tradicionales. En este grupo también estaría incluida la publicidad exterior como vallas de carretera, marquesinas o los anuncios antes de que empiece una película en el cine.
El objetivo de la publicidad convencional es llegar e impactar al mayor número posible de personas, es una publicidad masiva.
¿Qué es la publicidad no convencional?
Por su parte, la publicidad no convencional es la que señalábamos al principio como la evolución de la propia publicidad en sí, así como las peculiaridades y particularidades del progreso de la población. Asimismo, las nuevas tecnologías han sido decisivas en la aparición de esta nueva publicidad.
La publicidad no convencional, por consiguiente, es toda aquella que va dirigida a un público más específico y que no utiliza los soportes o medios tradicionales. Es una publicidad más creativa dirigida por los canales de las nuevas tecnologías. Esta publicidad es necesaria porque a veces puede ser difícil encontrar la audiencia adecuada para su producto o servicio. Incide especialmente en los canales digitales como son los anuncios en internet o redes sociales.
Una vez expuesta cada tipología, veamos ejemplos de ambas.
Ejemplos de publicidad convencional y no convencional
Ejemplos de publicidad convencional serían:
- Anuncios en televisión (dentro y fuera de programas).
- Cuñas de radio y patrocinio de programas.
- Páginas de publicidad en medios de papel (periódicos, revistas, etc.).
- Vallas en las carreteras.
- Lonas en los edificios.
- Anuncios en el cine.
- Marquesinas.
- Autobuses.
Ejemplos de publicidad no convencional:
- Anuncios en internet: búsqueda y display.
- Redes sociales.
- Publicidad en medios de comunicación digitales.
- Mailing.
- Newsletter.
¿Por qué el marketing experiencial está ganando cada vez más camino?
Recientemente ha surgido un nuevo tipo de marketing que se ha convertido en la mano de derecha de multitud de marcas como Red Bull, Apple o Coca-Cola. Hablamos del marketing experiencial.
¿En qué consiste? El marketing experiencial, o de las emociones, busca provocar emociones (como su propio nombre indica) en los espectadores. La finalidad es generar experiencias positivas en el público objetivo, ir más allá de transmitir solo un mensaje. Dejan de lado aspectos como las características físicas o los beneficios del producto y se centran en las experiencias que el cliente es capaz de experimentar o vivir con la marca.
La característica más destacada de este nuevo marketing es el uso de una comunicación más personalizada. Se logra una eficacia en la comunicación mucho más sólida que otras estrategias de marketing. Lo que implica que a través del acercamiento al cliente haciéndole sentir el centro de atención, se generen en él una serie de emociones y reacciones ante lo que se le está mostrando para que se sienta identificado con la marca.
Una consecuencia de ello es que el marketing experiencial genera mucho más engagement que las campañas tradicionales, y ese incremento del engagement se produce gracias a una mayor conversación entre la marca y su público objetivo. Al mismo tiempo, se le llama a la acción e invita a participar más activamente con la compañía.
Esta mayor involucración está directamente relacionada con un beneficio para el consumidor. No solo refiriéndonos a que se le trata de manera más personal y se mantiene una mayor conversación con él, sino que se le ofrece algo distinto a lo que le ofrece la competencia, un beneficio real y emocional que le acerque a la marca.
El fin último de toda la diferenciación del marketing experiencial es que el consumidor se convierta en un prescriptor de la marca y contribuya al boca a boca, convirtiéndose en la mejor fuente publicitaria de una compañía.
Comments are closed.