Como ya hemos expuesto anteriormente en este blog, el método científico es un proceso para adquirir nuevos conocimientos. Sus pasos y metodología los hemos compartido, y hoy nos vamos a centrar en los cuatro primeros tipos que existen: los métodos científicos simples.
Pero antes queremos señalar lo que no es el método científico: no es algo que establece leyes inalterables que casi nunca se cumplen; no es un sistema que establece leyes basadas en la fe pero que no son demostrables; no es un método que utiliza fórmulas aleatorias que se dan por arte de magia y se cumplen cuando se invocan por ritos especiales, ni contextos de fantasía.
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Índice de contenidos
Los 4 métodos científicos simples
Los métodos científicos simples son aquellos establecidos y acordados por la mayor parte de la comunidad científica como válidos para la adquisición del conocimiento. Registran una sola forma de proceder, es decir, los simples no se combinan entre sí como sí pasa en los métodos científicos mixtos, que son la unión o fusión de varios simples.
Método analítico
Esta metodología es la más utilizada en general y en particular en ciencias naturales y sociales o humanas y en las descriptivas. En este sistema de estudio el conocimiento se presenta de forma lógica, autocorrectiva y progresiva. Supone la descomposición de un todo en sus diferentes partes o elementos para observar las causas, naturaleza y efectos. La parte analítica es la observación y examen de cada hecho particular.
Método sintético
Esta segunda tipología se caracteriza por relacionar hechos (aparentemente) aislados a partir de los cuales se formula una teoría que los pone en común –a través de una asociación racional de los elementos dispersos a una nueva totalidad–. En otras palabras, supone resumir los aspectos más relevantes de un proceso. Esta metodología es la mejor aliada de procesos complejos donde es necesario resaltar lo importante. Su proceso es sencillo: analizar y conceptualizar lo que se quiere estudiar para, después, extraer lo esencial.
Método deductivo
La tercera manera de llevar a cabo un método científico es a través de este sistema que consiste en una forma de razonamiento lógico que va de lo general a lo particular. Una estrategia utilizada para deducir conclusiones lógicas a partir de una serie de premisas o principios, que se asumen como verdaderos, y la conclusión se encuentra dentro de las propias premisas de las que se parte. Es decir, se está empleando la lógica para obtener el resultado. La veracidad del punto al que se llega dependerá de la validez de las premisas que se toman como base.
Método inductivo
El último de los métodos científicos simples consiste en el razonamiento a partir de casos particulares alcanzar el conocimiento general. El punto de partida es una premisa cuya verdad apoya la conclusión, pero no la garantiza. Podría definirse como una forma de hipótesis que surge de una evidencia singular, de la cual se induce una posibilidad como conclusión universal. En esta vía de pensamiento entran en juego factores como la creatividad, alojando también la posibilidad de arriesgar con conclusiones innovadoras que puedan expandir y ampliar el conocimiento.
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